El plan era sencillo, todos teníamos una casa de acogida y un mapa para no extraviarnos junto con los tiques de metro.
El primer día nada mas bajar nos ubicamos, comimos y disfrutamos de la ciudad en su exterior, acto seguido acudimos a la representación de uno de los grupos ganadores reuniéndonos con los premiados. Finalmente cada uno a su hogar de acogida para amanecer al día siguiente a eso de las 12 en la Puerta del Sol (Km.0). Pateamos la ciudad y visitamos distintos lugares de interés ante de dirigirnos al colegio donde se hospedaban nuestros compañeros. Ahí comeríamos y descansaríamos hasta ir de nuevo al María Guerrero a disfrutar de la última de las obras.
El último día toco madrugar, visitar museos, comer, disfrutar de la entrega de premios y despedirnos de nuestro compañeros. Cenamos y tomamos el autobús de regreso a la 1:00 del día 6 llegando sobre las 7:00 dispuestos a disfrutar, un año mas, del chupinazo.